Salió a los campos una tarde para pensar las cosas. Entonces miró a la distancia y vio venir los camellos.
Abraham levantó la vista y de repente vio a tres hombres en pie. Al verlos, corrió a su encuentro y se inclinó hasta el suelo.
Rebeca también miraba desde la distancia. Y cuando vio a Isaac, descendió del camello.
Sino que por el contrario aman obedecer la ley del Señor, y piensan en ella día y noche.
Ojalá el Señor se plazca con mis pensamientos porque me alegro en el Señor.
Meditaré en tus enseñanzas con suma devoción, y reflexionaré sobre tus caminos.
Ayúdame a entender el significado de tus leyes. Entonces meditaré en tus maravillas.
Elevo mis manos en oración, honrando tus mandamientos. Meditaré en tus enseñanzas con devoción.
Ellos hablarán de tu majestad, de tu glorioso esplendor, y yo meditaré en las maravillas que has hecho.
Sigue recordándole al pueblo la ley. Mediten en ella de día y de noche, para estés seguro de hacer lo que es debido. Entonces tendrás éxito y prosperarás en lo que hagas.