“Mi señor, escúchame, por favor. La tierra vale cuatrocientas piezas de plata. ¿Pero qué valor tiene eso para nosotros? Ve y sepulta a tu difunta”.
Efrón le respondió a Abraham, diciéndole:
Compró el terreno donde acampaba a los hijos de Hamor, el fundador de Siquem, por 100 monedas.
“Hay minas de plata y lugares donde se refina el oro.
Cada uno que pase a esos condados debe dar medio siclo, (usando el estandarte del siclo del santuario, que pesa veinte geras). Este medio siclo es una ofrenda al Señor.
Cuando ofrezcan esta ofrenda como rescatepor sus vidas, los ricos no deben dar más de medio siclo y los pobres no deben dar menos.
Veinte gueras hacen un siclo. Sesenta siclos conforman una mina.