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Referencias Cruzadas
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Gálatas 5:1

Versión Biblia Libre

Cristo nos libertó para que pudiéramos tener verdadera libertad. Así que estén firmes y no se agobien nuevamente por el yugo de la esclavitud.

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42 Referencias Cruzadas  

Dame una vez más la alegría de tu salvación. Ayúdame a tener un carácter dispuesto.

Invierte en tener la verdad y no la vendas. Invierne en la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.

El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar la buena noticia a los pobres. Me ha enviado a curar a los quebrantados de corazón, a anunciar la liberación a los cautivos, a poner en libertad a los prisioneros,

Ellos colocan cargas pesadas en los hombros del pueblo, pero ellos mismos no mueven ni un dedo para ayudarles.

El vino nuevo se echa en odres nuevos.

“Entonces, ¿por qué ustedes quieren oponerse a Dios y colocar sobre los creyentes cargas que nuestros padres no fueron capaces de soportar, y que nosotros tampoco podemos?

El pecado no gobernará sobre ustedes, porque ustedes no están bajo la ley sino bajo la gracia.

Ahora que han sido liberados del pecado, se han convertido en esclavos de hacer lo recto.

De modo que si ella vive con otro hombre mientras su esposo está vivo, ella estaría cometiendo adulterio. Sin embargo, si su esposo muere y ella se casa con otro hombre, entonces ella no sería culpable de adulterio.

Pero ahora hemos sido libertados de la ley, y hemos muerto a lo que nos encadenaba, a fin de que podamos servir de un nuevo modo, en el Espíritu, y no a la manera de la antigua letra de la ley.

No se les ha dado un espíritu de esclavitud ni de temor una vez más. No, lo que recibieron fue el espíritu que los convierte en hijos, para que estén dentro de la familia de Dios. Ahora podemos decir a viva voz: “¡Dios es nuestro Padre!”

La ley del Espíritu de vida en Jesucristo me ha libertado de la ley del pecado y muerte.

Así que, mis queridos hermanos y hermanas: sean fuertes, permanezcan firmes, haciendo todo lo que puedan por la obra del Señor, pues saben que ninguna cosa que hagan por él es en vano.

Estén alerta. Manténganse firmes en su confianza en Dios. Tengan valor. Sean fuertes.

Si eras un esclavo cuando el Señor te llamó, ahora eres libre, trabajando para el Señor. De la misma manera, si fuiste llamado cuando eras libre, ¡ahora eres esclavo de Cristo!

Soportan a personas que los esclavizan, que les roban, que los explotan, que los humillan con su arrogancia, y que los abofetean.

Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y dondequiera está el Espíritu del Señor, hay libertad.

(Ese asunto solo surgió porque algunos falsos cristianos se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, tratando de convertirnos en esclavos.

Pero ahora que ha llegado este camino de fe en Jesús, ya no necesitamos de tal guardián.

Pero la Jerusalén celestial es libre. Ella es nuestra madre.

Por lo tanto, mis amigos, no somos hijos de la sierva, sino de la mujer libre.

Pero ahora han llegado a conocer a Dios, o mejor aún, han llegado a ser conocidos por Dios. ¿Cómo pueden volver, entonces, a esas reglas inútiles y sin valor? ¿Quieren ser esclavos de esas reglas nuevamente?

¡Ustedes, mis hermanos y hermanas, fueron llamados para ser libres! Simplemente no usen su libertad como excusa para satisfacer su naturaleza pecaminosa. En lugar de ello, sírvanse unos a otros en amor.

Así que levántense, pónganse el cinturón de la verdad, pónganse la coraza de justicia y rectitud,

Simplemente asegúrense de que su forma de vivir corresponde a la buena noticia de Cristo de tal modo que, ya sea que los vea o no, pueda saber cómo están: que permanecen firmes y en plena armonía unos con otros, unidos en espíritu mientras trabajan juntos por la fe de la buena noticia.

Para nosotros, la vida vale la pena porque ustedes están firmes en el Señor.

Así que, hermanos y hermanas, permanezcan firmes, y aférrense a lo que han aprendido, ya sea por lo que han oído, o por medio de cartas nuestras.

Así que aferrémonos a la esperanza de la cual les hablamos a otros, y sin dudar, porque el Dios que prometió es fiel.

Porque somos socios con Cristo siempre y cuando mantengamos nuestra confianza en Dios de principio a fin.

Pero Cristo es un hijo, a cargo de la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios siempre y cuando nos aferremos con confianza a la esperanza en la cual decimos que creemos con orgullo.

Y como tenemos tal sumo sacerdote que ha ascendido al cielo, Jesús, el Hijo de Dios, asegurémonos de mantenernos en lo que decimos creer.

¡Sí! ¡Ustedes son un pueblo libre! Así que no usen la libertad para disimular la maldad, sino vivan como siervos de Dios.

Les prometen libertad, aunque ellos mismos son esclavos de la depravación. Pues somos esclavos de todo lo que nos domina.

Amigos, desde antes ya anhelaba la oportunidad de escribirles acerca de la salvación de la cual somos partícipes. Pero ahora necesito escribirles urgentemente y animarlos a defender enérgicamente la verdad acerca de Dios, que fue dada una vez y para siempre al pueblo santo de Dios.

‘Mantengan lo que tienen hasta que yo venga’.

“Así que acuérdense de cómo recibieron este mensaje, y lo que escucharon. Observen lo que se les enseñó, y arrepiéntanse. Si no están alerta, vendré inesperadamente, como un ladrón, y no sabrán a qué hora vendré.




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