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Referencias Cruzadas

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Gálatas 4:26

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Pero la Jerusalén celestial es libre. Ella es nuestra madre.

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27 Referencias Cruzadas  

Esto es lo que dice el Señor: ¿Dónde está el certificado de divorcio de tu madre que le di cuando la despedí? ¿A cuál de mis acreedores te vendí? Mira. Fuiste vendido por tus pecados, y tu madre fue despedida por tu maldad.

Que las ruinas de Jerusalén canten todas de alegría porque el Señor ha venido a cuidar a su pueblo; ha liberado a Jerusalén.

Alégrense y sean felices por siempre y para siempre en lo que voy a crear, porque haré de Jerusalén un lugar encantador, y de su gente una verdadera alegría.

Celebren con Jerusalén y alégrense por ella, todos los que la aman; celebren con ella y canten de alegría, todos los que se lamentan por ella.

Condenen a su madre, condénenla porque no es mi esposa y yo no soy su esposo. Pídanle que deje de lucir como una prostituta, y que se quite el maquillaje y las vestiduras provocativas.

Pues su madre era un prostituta que los concibió de manera vergonzosa. Ella dijo: ‘Buscaré a mis amantes que me proveen comida y agua, así como la lana, el lino, el aceite de oliva y me dan de beber’.

Por ello ustedes tropezarán a plena luz del día, y el profeta tropezará igual que ustedes por la noche, y yo destruiré a la madre de todos ustedes.

Entonces sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sión, mi santo monte, y Jerusalén será para siempre un lugar sagrado, y ningún extranjero pasará por ella de nuevo.

Si el Hijo los libera, entonces ustedes son verdaderamente libres.

El pecado no gobernará sobre ustedes, porque ustedes no están bajo la ley sino bajo la gracia.

Ahora que han sido liberados del pecado, se han convertido en esclavos de hacer lo recto.

Como dice la Escritura: Abraham tenía dos hijos, uno de la sierva y otro de la mujer libre.

Agar simboliza al Monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.

Cristo nos libertó para que pudiéramos tener verdadera libertad. Así que estén firmes y no se agobien nuevamente por el yugo de la esclavitud.

Pero nuestra patria es el cielo, y esperamos un salvador, al Señor Jesucristo, que también vendrá de ella.

Pero ustedes han llegado al Monte de Sión, la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, con sus miles y miles de ángeles.

¡Sí! ¡Ustedes son un pueblo libre! Así que no usen la libertad para disimular la maldad, sino vivan como siervos de Dios.

Luego, apareció una señal asombrosa en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas en su cabeza.

Y en su frente estaba escrito un nombre de misterio: Babilonia la Grande, la Madre de Prostitutas y de las obscenidades del mundo.

Y vi la santa ciudad, Nueva Jerusalén, descendiendo desde el cielo de Dios, preparada como una novia, embellecida para su esposo.

A los victoriosos los convertiré en pilares para el Templo de mi Dios. No tendrán que irse nunca. Escribiré sobre ellos el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, llamada Nueva Jerusalén, que desciende del cielo, de mi Dios, y mi propio nombre nuevo.




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