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Referencias Cruzadas

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Gálatas 4:24

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Esto nos muestra una analogía: estas dos mujeres representan dos pactos. Un pacto es del Monte Sinaí—Agar—y ella da a luz hijos esclavos.

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24 Referencias Cruzadas  

Y le preguntó: “¿De dónde vienes, Agar, esclava de Sarai, y hacia dónde vas?” “Estoy huyendo de mi señora Sarai”, respondió Agar.

Esta es la genealogía de Ismael, hijo de Abraham: Su madre Agar fue la esclava egipcia de Sara.

Pero entonces dije: “¡Oh, no, Señor Dios! La gente ya dice: Él sólo cuenta historias!”

El pueblo me segirá a mi, al Señor. El Señor rugirá como león y entonces sus hijos vendrán temblando desde el oeste.

Esto cumplía las palabras del profeta: “Hablaré por medio de relatos, y enseñaré cosas ocultas desde la creación del mundo”.

No se les ha dado un espíritu de esclavitud ni de temor una vez más. No, lo que recibieron fue el espíritu que los convierte en hijos, para que estén dentro de la familia de Dios. Ahora podemos decir a viva voz: “¡Dios es nuestro Padre!”

Todas las cosas que les sucedieron a ellos son ejemplo para nosotros y fueron escritas para advertirnos a nosotros que vivimos cerca del fin del tiempo.

y bebieron de la misma bebida espiritual, porque “bebieron de la roca espiritual” que los acompañaba. Esa roca era Cristo.

Agar simboliza al Monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.

Lo mismo sucede con nosotros. Cuando éramos niños, éramos esclavos sujetos a las reglas básicas de la ley.

Cristo nos libertó para que pudiéramos tener verdadera libertad. Así que estén firmes y no se agobien nuevamente por el yugo de la esclavitud.

Dijo: El Señor vino del monte Sinaí y nos iluminó desde el monte Seir. Salió del monte Paran con diez mil santos, con fuego ardiente en su mano derecha.

Abrahán consideró las cosas y concluyó que Dios podía resucitar a Isaac de los muertos. Y en cierto modo eso fue lo que sucedió: Abrahán recibió de vuelta a Isaac de entre los muertos.

Han venido a Jesús, quien participa con nosotros de esta nueva relación de pacto; han venido a la sangre esparcida que tiene más valor que la de Abel.

Ahora pues, que el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran pastor de las ovejas, y lo hizo con la sangre de un pacto eterno,

Es así como Jesús se convirtió en la garantía de un acuerdo de una relación con Dios que es mucho mejor.




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