Sin embargo, el hijo de la sierva nació por planes humanos, mientras el hijo de la mujer libre nació como resultado de la promesa.
Lo que la Escritura realmente dice es: “Este mensaje está muy cerca de ti, es lo que hablas y lo que está en tu mente”. De hecho, lo que estamos mostrando es este mensaje, basado en la fe.
Como dice la Escritura: Abraham tenía dos hijos, uno de la sierva y otro de la mujer libre.
Por su fe en Dios, incluso la misma Sara pudo concebir un hijo aunque fuera muy vieja para hacerlo, pues creyó en Dios, que había hecho la promesa.