Desearía poder acompañarlos ahora mismo y así podrían notar cómo cambio el tono de mi voz… Estoy muy preocupado por ustedes.
porque Herodes sabía que Juan era un hombre santo que hacía lo recto. Herodes protegía a Juan y, aunque lo que Juan le decía lo inquietaba, aun así Herodes se complacía en escuchar lo que él decía.
Nos atacan por todos lados, pero no estamos derrotados. Estamos confundidos en cuanto a qué hacer, pero nunca desesperados.
Al ir a la presencia de Dios no tenemos palabras suficientes para agradecerle por toda la alegría que ustedes nos causan.