Gálatas 3:19

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¿Qué sentido tiene la ley, entonces? Fue dada para mostrar lo que realmente es el mal, hasta que el Hijo vino a los que se les había hecho la promesa. La ley fue introducida por ángeles, por mano de un mediador.

Referencias Cruzadas

Salmos 106:23

Y entonces dijo que iba a destruirlos, pero Moisés, su líder escogido, se colocó entre Dios y el pueblo para persuadirlo de nos destruirlos en su ira.

Levítico 15:32

“Estas son las normas para el hombre que tiene una secreción, el hombre que tiene una secreción de semen que lo hace inmundo,

Lucas 16:31

“Abrahán le dijo: ‘Si ellos no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerían aunque alguien volviera de entre los muertos’”.

Juan 1:17

La ley fue dada por medio de Moisés; pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Juan 15:22

Si yo no hubiera venido a hablarles, ellos no serían culpables de pecado—pero ahora ellos no tienen excusa para su pecado.

Hechos 7:38

Y Moisés estaba con el pueblo de Dios reunido cuando el ángel le habló en el Monte Sinaí, y ahí junto con nuestros antepasados recibió la palabra viva de Dios para que nos la diera a nosotros.

Hechos 7:53

Ustedes, los que recibieron la ley por medio de los ángeles, pero se negaron a guardarla”.

Romanos 2:13

Porque el solo hecho de oír lo que dice la ley no nos hace justos ante los ojos de Dios. Los que hacen lo que dice la ley son los que reciben justificación.

Romanos 4:15

Porque la ley resulta en castigo, pero si no hay ley, entonces no puede ser quebrantada.

Gálatas 3:16

Pues las promesas les fueron dadas a Abraham y a su hijo. No dice “hijos”, en plural, sino en singular: “y a tu hijo”, queriendo decir, Cristo.

Deuteronomio 33:2

Dijo: El Señor vino del monte Sinaí y nos iluminó desde el monte Seir. Salió del monte Paran con diez mil santos, con fuego ardiente en su mano derecha.

Deuteronomio 5:5

Este fue el momento en el que me interpuse entre el Señor y ustedes para deciros lo que el Señor dijo, porque ustedes tuvieron miedo del fuego y se rehusaban a subir a la montaña. Y él les dijo:

Hebreos 2:2

Si el mensaje que los ángeles trajeron es fiel, y si cada pecado y acto de desobediencia trae su propia consecuencia,

Hebreos 2:5

No serán los ángeles los encargados del mundo venidero del cual hablamos.