(¡Permítanme asegurarles ante Dios que no miento sobre las cosas que les estoy escribiendo!)
Yo estoy en Cristo, y lo que digo es verdad. ¡No les miento! Mi conciencia y el Espíritu Santo confirman
Pongo a Dios como mi testigo que la razón por la que decidí no ir a Corinto fue para no causarles dolor.
El Dios y Padre del Señor Jesús—sea él alabado por siempre—sabe que no miento.