Todos los hermanos y hermanas que están aquí conmigo se han unido para enviar esta carta a las iglesias de Galacia.
Y Pablo viajó por Siria y Cilicia, animando a las iglesias de esos lugares.
Y se quedó un tiempo allí y luego fue de ciudad en ciudad por la región de Galacia y Frigia, animando a los creyentes.
Durante este tiempo, toda la iglesia en Judea, Galilea y Samaria estuvo en tranquilidad. Y la iglesia se fortalecía y aumentaba en número a medida que los creyentes vivían en reverencia para con el Señor, animados por el Espíritu Santo.
En cuanto a “recoger dinero para los hermanos creyentes”, les doy las mismas instrucciones que les di a las iglesias de Galacia.
¡Oh, gálatas, cuán insensatos! ¿Quién los puso bajo hechizo? ¡La muerte de Jesucristo en una cruz les fue mostrada claramente para que pudieran ver!
Pero ustedes ya saben cómo es él. Es como un niño trabajando para ayudar a su padre, y así ha trabajado conmigo para esparcir la buena noticia.
Saluden a todos los creyentes en Cristo Jesús. Los hermanos y hermanas cristianos que están conmigo les envían su saludo.