¡El novio es quien se casa con la novia! El padrino espera y escucha al novio, y se alegra cuando escucha la voz de alegría del novio, así que ahora mi felicidad está completa.
Día tras día siguieron reuniéndose en el Templo, y comían juntos en sus casas. Disfrutaban de las comidas con humildad y alegría. Alababan a Dios, y todos pensaban bien de ellos.
Y se llevaban a cabo muchas señales milagrosas entre el pueblo a través de los apóstoles. Y todos los creyentes solían reunirse en el pórtico de Salomón.
Hermanos y hermanas, les ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que estén en armonía y no divididos. Por el contrario, desarrollen una conducta y propósito de estar unidos.
Finalmente, hermanos y hermanas, me despido. Sigan mejorando espiritualmente. Anímense unos a otros. Estén en armonía. Vivan en paz, y que el Dios de amor y paz esté con ustedes.
Por eso escribí lo que escribí, para no estar triste por los que deberían causarme alegría. Estaba muy seguro de que todos ustedes participarían de mi felicidad.
Y no solo con su llegada, sino con el ánimo que ustedes le dieron a él. Él nos contó cuánto deseaban verme, cuán tristes y preocupados estaban por mí, lo cual me hizo aún más feliz.
mostrándoles la palabra de vida. ¡Así tendré algo de qué enorgullecerme cuando Cristo regrese, demostrando que no anduve de aquí para allá trabajando en vano!
Aunque no estoy allí, físicamente, con ustedes, los acompaño en espíritu. Estoy muy contento de ver la manera como ustedes están unidos y cuán firmes están en Cristo.
Pero nosotros no tenemos más que agradecer a Dios por ustedes, hermanos y hermanas amados por el Señor, porque Dios los escogió desde el principio para ser salvos mediante el Espíritu que los justifica al creer en la verdad.