Aarón compartió con ellos todo lo que el Señor le había dicho a Moisés, y Moisés realizó los milagros para que pudieran verlos.
Entonces Moisés bajó, convocó a los ancianos del pueblo y les presentó todo lo que el Señor le había ordenado decir.
“Pero, ¿qué pasa si no me creen, o no escuchan lo que digo?” Preguntó Moisés. “Podrían decir: ‘El Señor no se te apareció’”.
Habla con él y dile qué decir. Yo seré tu boca y la suya, y te diré lo que debes hacer.
Aarón hablará en tu nombre al pueblo, como si fuera tu boca, y tú estarás en el lugar de Dios para él.