“Ahora, por un corto tiempo, el Señor, nuestro Dios, nos ha dado gracia, preservando a algunos de nosotros como un remanente, y dándonos seguridaden su lugar santo. Nuestro Dios ha iluminado nuestras vidas dándonos un alivio de nuestra esclavitud.
Lo siguiente es lo que se usó para el Tabernáculo del Testimonio, registrado bajo la dirección de Moisés por los levitas bajo la supervisión de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Por el contrario, verás a Sión como una ciudad festiva. Verás a Jerusalén como un lugar tranquilo y apacible. Será como una tienda de campaña que nunca se desmonta, cuyas estacas nunca se levantan, cuyas cuerdas nunca se rompen.
Tales personas no están conectadas con la cabeza que dirige al cuerpo, que se nutre y se mantiene unido por medio de los tendones y los músculos. Cuando el cuerpo está unido, crece como Dios quiere.