Por favor escúchanos, pastor de Israel, tú, que guías a los descendientes de José como a un rebaño. Tú, que te sientas en tu trono sobre los querubines, brilla
Hablando desde allí, el Señor le dijo al hombre de lino: “Entra entre las ruedas que están debajo de los querubines. Recoge todos los carbones encendidos que puedas. Llévalos de entre los querubines y espárcelos por toda la ciudad”. Vi cómo entraba.