Entonces Joásles dijo a los sacerdotes: “Reúnan todo el dinero que se trae como ofrendas sagradas al Templo del Señor, ya sea el dinero del censo, el dinero de los votos individuales y el dinero que se trae como donación voluntaria al Templo del Señor.
Entonces Ezequías les dijo: “Ahora que se han consagrado al Señor, vengan y traigan sus sacrificios y ofrendas de agradecimiento al Templo del Señor”. Así que la gente de la asamblea trajo sus sacrificios y ofrendas de agradecimiento, y todos los que quisieron trajeron holocaustos.
Y todos aquellos que se sintieron movidos a hacerlo y que tenían un espíritu dispuesto vinieron y trajeron una ofrenda al Señor por el trabajo de hacer el Tabernáculo de Reunión, por todo lo que se requería para sus servicios, y por las ropas sagradas.
Todos los hombres y mujeres israelitas que estaban dispuestos trajeron una ofrenda voluntaria al Señor por todo el trabajo de hacer lo que el Señor, a través de Moisés, les había ordenado hacer.