“No ofrecerán la sangre de mis sacrificios junto con nada que contenga levadura, y la grasa de las ofrendas presentadas en mi festival no debe dejarse hasta la mañana.
Toma la grasa del carnero, incluyendo la grasa de su amplio rabo, la grasa que cubre los intestinos, las mejores partes del hígado, los dos riñones con su grasa, así como el muslo derecho (porque este es un carnero para la ordenación).
De ahora en adelante, cuando los israelitas levanten las ofrendas de paz al Señor, estas partes pertenecerán a Aarón y a sus hijos para siempre como una parte regular de los israelitas.
No ofrezcas pan hecho con levadura cuando me presentes un sacrificio, ni guardes ningún sacrificio de la fiesta de la Pascua hasta la mañana siguiente.
Moisés comprobó lo que había sucedido con el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, y descubrió que había sido quemado. Se enfadó con Eleazar e Itamar, los hijos que Aarón había dejado, y les preguntó,