Toma también una barra de pan, una torta de pan hecha con aceite de oliva y una oblea de la cesta de pan hecho sin levadura que está en la presencia del Señor.
Comerán la carne y el pan que formaban parte de las ofrendas que simbolizaban el perdón requerido para su ordenación y dedicación. Nadie más puede comerlos, porque son sagrados.
Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: “Deben hervir la carne a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y luego comérosla allí con el pan que está en el cesto de las ofrendas para la ordenación, como ordené: ‘Es para que coman Aarón y sus hijos’.
Él entró a la casa de Dios, y allí él y sus hombres comieron del pan sagrado que no debían comer pues este pan estaba reservado solo para los sacerdotes.