Les dijo: “Si prestan atención a lo que dice el Señor su Dios, hagan lo que es correcto ante sus ojos, obedezcan sus órdenes y cumplan todos sus reglamentos, entonces no les haré sufrir ninguna de las enfermedades que les di a los egipcios porque yo soy el Señor que los sana”.
Yacerán expuestos al sol y a la luna, y a todas las estrellas que amaron, a las que sirvieron, a las que siguieron, a las que consultaron y a las que adoraron. Sus huesos no se recogerán ni se volverán a enterrar, sino que se quedarán como estiércol tirado en el suelo.
porque yo soy el Señor su Dios; así que dedíquense y sean santos, porque yo soy santo. No se contaminen con ningún animal que se arrastre por el suelo.
Traigan todo el diezmo a la tesorería para que haya alimento en mi Templo. Pruébenme en esto, dice el Señor Todopoderoso, y yo abriré las ventanas de los cielos y haré que sobreabunden las bendiciones tanto que no tendrán lugar para ellas.
Pueblo de Israel, ¿qué quiere el Señor su Dios de ustedes? Quiere que respeten al Señor su Dios siguiendo todos sus caminos. Quiere que lo amen. Quiere que adoren al Señor su Dios con toda su mente y con todo su ser,
Él te amará y te bendecirá y te dará muchos descendientes. Bendecirá a tus hijos y a las cosechas que produzca tu tierra – tu grano, tu vino nuevo y el aceite de oliva, así como los terneros y corderos de tus rebaños – en la tierra que les prometió a tus antepasados.
El Señor te guardará de toda enfermedad. No te dejará tener ninguna de las terribles enfermedades que viste en Egipto, pero dejará que todos los que te odian las padezcan.
Pero asegúrense de cumplir los mandamientos y la ley, tal como se los instruyó Moisés. Amen al Señor, su Dios, sigan todos sus caminos, guarden sus mandamientos, permanezcan junto a él y sírvanle con todo su ser”.
“No tengan miedo”, respondió Samuel. “Aunque en verdad hayan hecho todas estas maldades, no dejen de seguir al Señor, sino dedíquense por completo a adorarlo.
Entonces Samuel le dijo a todo Israel: “Si desean sinceramente volver al Señor, desháganse de los dioses extranjeros y de las imágenes de Astoret, entréguense al Señor y adórenlo sólo a él, y él los salvará de los filisteos”.