adoptando los caminos de las naciones que el Señor había expulsado antes de los israelitas, y las prácticas paganas introducidas por los reyes de Israel.
Quitó los lugares altos, destrozó los ídolos de piedra y cortó los postes de Asera. Hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces los israelitas le habían sacrificado ofrendas. Se llamaba Nehustán.
Sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, pero no como los de su padre y su madre, pues se deshizo de la imagen de piedra de Baal que había hecho su padre.
Cuando Amasías regresó de matar a los edomitas, trajo los dioses de los pueblos de Seír y los erigió como sus propios dioses, los adoró y les ofreció sacrificios.
Pero Manasés sedujo a Judá y al pueblo de Jerusalén, llevándolos a cometer pecados aún peores que los de las naciones que el Señor había destruido antes de los israelitas.
No debes inclinarte ante ellos ni adorarlos, porque yo soy el Señor tu Dios y soy celosamente exclusivo. Yo pongo las consecuencias del pecado de los que me odian sobre sus hijos, sus nietos y sus bisnietos;
No se les debe permitir permanecer en tu tierra, de lo contrario te llevarán a pecar contra mí. Porque si adoras a sus dioses, definitivamente se convertirán en una trampa para ti”.
El pueblo tiene corazones engañosos, y ahora deben asumir la responsabilidad de su culpa. El Señor romperá sus altares y destruirá sus pilares sagrados.
“No hagas ídolos en ninguna parte de la tierra ni te inclinespara adorarlos, ya sean imágenes o altares sagrados, o esculturas de piedra. Porque yo soy el Señor tu Dios.
Derriba sus altares, derriba sus pilares idólatras, quema sus postes de Asera, y destruye los ídolos de sus dioses. Eliminaen todas partes cualquier rastro de ellos.
Por el contrario, esto es lo que debes hacer con ellos: derribar sus altares, derribar sus pilares idólatras, cortar sus postes de Asera y quemar sus ídolos.