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Referencias Cruzadas
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Éxodo 23:20

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“Yo envío un ángel delante de ti para que te proteja en el camino y te lleve al lugar que te he preparado.

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26 Referencias Cruzadas  

Así fue como el Señor hizo un acuerdo con Abrán ese día, prometiéndole: “Yo le daré esta tierra a tus descendientes. Se extiende desde el Wadi de Egypto hasta el gran Río Éufrates,

“Y él me dijo: ‘El Señor, en cuya presencia he vivido mi vida, enviará a su ángel contigo, y hará que tu viaje sea exitoso. Encontrarás una esposa entre mi familia, de la familia de mi padre.

“El Señor, el Dios del cielo, me tomó del seno de mi familia y de mi propio país. Habló conmigo y me juró, haciendo un voto con la promesa: ‘Yo le daré esta tierra a tus descendientes’. Él es quien enviará a su ángel delante de ti para que puedas encontrar a una esposa para mi hijo.

el Ángel que me ha salvado de todo tipo de problemas, bendiga a estos muchachos. Que mi nombre y los nombres de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac continúen a través de ellos, y que tengan muchos descendientes que se extiendan por toda la tierra”.

Porque él mandará a sus ángeles para que te cuiden en todo lo que hagas.

El ángel de Dios, que había estado guiando a los israelitas, se movía detrás de ellos,

El terror y el miedo caerán sobre ellos. Señor, debido a tu gran poder, estarán quietos como una piedra hasta que tu pueblo pase, hasta que pase el pueblo que compraste.

Tomarás a tu pueblo y lo plantarás en el monte que tú posees, el lugar que tú, Señor, has preparado como tu casa, el

Porque mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra de los amorreos, hititas, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos, y los aniquilaré.

Ahora ve y conduce al pueblo al lugar del que te hablé. Mi ángel irá delante de ti, pero en el momento en que decida castigarlos, los castigaré por su pecado”.

El Señor respondió: “Yo mismo iré contigo y te apoyaré”.

Enviaré un ángel delante de ti y expulsaré a los cananeos, amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos.

Sufrió con ellos en todo su sufrimiento, y el ángel de su presencia los salvó. En su amor y bondad los redimió. Los recogió y los llevó a lo largo de todos esos años, hace mucho tiempo.

Ese día el Señor pondrá un escudo protector alrededor del pueblo de Jerusalén para que hasta el más torpe sea un guerrero hábil como David, y la casa de Davod será como Dios, como el ángel del Señor que los guía.

¡Miren! Yo envío a mi mensajero, y él preparará un camino para mi. El Señor que ustedes buscan llegará de repente a su Templo. El mensajero del acuerdo que ustedes dicen que está a gusto con ustedes viene pronto, dice el Señor Todopoderoso.

así que pedimos ayuda al Señor, y él escuchó nuestros gritos. Envió un ángel y nos sacó de Egipto. “Escuchen, ahora estamos en Cades, un pueblo en la frontera de su territorio.

Dios se enfadó porque Balaam había decidido irse. El ángel del Señor vino y se paró en el camino para enfrentarlo. Balaam iba montado en su burro, y estaba acompañado por sus dos sirvientes.

Entonces el rey dirá a los de su derecha: ‘vengan ustedes, benditos de mi Padre, hereden el reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.

Cuando me haya ido y haya preparado lugar para ustedes, regresaré nuevamente y los llevaré conmigo, para que puedan estar allí conmigo también.

Dijo: El Señor vino del monte Sinaí y nos iluminó desde el monte Seir. Salió del monte Paran con diez mil santos, con fuego ardiente en su mano derecha.

El Señor, tu Dios, las hará retroceder ante ti. Los expulsará ante ti y tomarás posesión de su tierra, como el Señor, tu Dios, te ha prometido.

Un día, cuando Josué estaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre parado frente a él con una espada desenvainada en su mano. Josué se acercó a él y le preguntó: “¿Estás a favor o en contra de nosotros?” “Ninguna de las dos cosas”, dijo el hombre. “Soy el comandante del ejército del Señor. ¡Ahora estoy aquí!”

Josué cayó al suelo con el rostro en alto. Y entonces dijo: “¿Qué órdenes tiene mi señor para su siervo?”

Pero el Señor le dijo a Josué: “Te entrego la ciudad de Jericó, junto con su rey y su ejército de guerreros.




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