“Si un buey usa sus cuernos para matar a un hombre o una mujer, el buey debe ser apedreado hasta morir, y su carne no debe ser comida. Pero el dueño del buey no será castigado.
Pero si en lugar de ello se exige el pago de una indemnización, el propietario puede compensar su vida pagando la totalidad de la indemnización exigida.
Si el buey usa sus cuernos y mata a un esclavo o esclava, el propietario del buey debe pagar treinta siclos de plata al amo del esclavo, y el buey debe ser apedreado hasta la muerte.
La tierra tiembla dondequiera que él se queda en pie. Cuando mira, las naciones tiemblan. Las antiguas montañas y colinas se sacuden y colapsan, pero sus caminos son eternos.