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Referencias Cruzadas
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Éxodo 20:17

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“No desearás tener la casa de otro. No desearás a su esposa, nia su esclavo o esclava, ni a su buey o asno, ni cualquier otra cosa que le pertenezca”.

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41 Referencias Cruzadas  

que me niego a guardar cualquiera de tus pertenencias, ni siquiera un hilo ni la correa de una sandalia. De lo contrario podrías decir: ‘¡Yo fui quien hizo rico a Abrán!’

Eva vio que el fruto del árbol lucía bueno para comer. El fruto se veía muy atractivo. Y Eva lo deseaba para obtener sabiduría. Así que tomó del fruto y lo comió, y lo compartió con su esposo, que estaba con ella, y él también comió.

Si eso ocurre, ¿no acabarán perteneciéndonos todo su ganado y sus propiedades, todos sus animales? Sólo tenemos que estar de acuerdo con esto y ellos vendrán a vivir entre nosotros”.

“Me prometí a mí mismo no mirar nunca con deseo a las jóvenes.

Si una mujer me ha seducido, o si he buscado la oportunidad de acostarme con la mujer de mi prójimo,

Porque los malvados se jactan de sus deseos. Alaban al codicioso, pero tratan al Señor con desprecio.

Ayúdame a concentrarme en tus enseñanzas más que en obtener ganancias.

Por encima de todas las cosas, protege tu mente, pues todo en la vida procede de ella.

Lo mismo ocurre con todo el que duerme con la esposa de otro hombre. Ningún hombre que la toque quedará sin castigo.

¿Qué pasa con alguien que no tiene familia que le ayude, ni hermano ni hijo, que trabaja todo el tiempo, pero no está satisfecho con el dinero que gana? “¿Para quién estoy trabajando?” , se pregunta. “¿Por qué me impido disfrutar de la vida?” . Una situación así es difícil de explicar: ¡es un negocio malvado!

Los que viven correctamente y dicen la verdad, los que se niegan a beneficiarse de la extorsión y se niegan a aceptar sobornos, los que no escuchan las conspiraciones para matar a la gente, los que cierran los ojos antes que mirar el mal.

Sí, me enfadé con esta gente pecadora y codiciosa, así que la castigué. Estaba enojado, así que me escondí de ellos, pero ellos siguieron su propio camino rebelde, haciendo lo que querían.

Pero lo único que buscas, lo único en lo que piensas, es en conseguir lo que quieres, aunque sea de forma deshonesta. Matas a los inocentes, maltratas con violencia y explotas a tu pueblo.

Son como sementales viriles con ganas de sexo, cada uno de ellos relinchando de lujuria tras la mujer de su vecino.

“Así que mi pueblo viene a visitarte como suele hacerlo. Se sientan y escuchan el mensaje que compartes, pero no hacen nada al respecto. Aunque hablan de amor, sólo piensan en cómo engañar a los demás.

Arrebatan los campos que quieren. Se apoderan de las casas que quieren. Estafan a la gente para tomar sus casas, y roban su herencia.

¡Grande es el desastre que viene sobre ti, que construyes casas con ganancias deshonestas! Tú crees que puedes poner tu “nido” muy alto y que estarás seguro del desastre.

¿Acaso no puedo decidir qué hacer con mi propio dinero? ¿Por qué deberías mirarme con desprecio por querer hacer un bien?’

Pero yo les digo que todo el que mira con lujuria a una mujer ya ha cometido adulterio en su corazón.

“Estén alerta, y cuídense de todo pensamiento y acción de avaricia, pues la vida de una persona no se mide por la cantidad de posesiones que tiene”.

Los Fariseos, que amaban el dinero, oyeron lo que Jesús dijo y se burlaron de él.

Nunca quise la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie.

Mientras tuviste la tierra, ¿no te pertenecía? Y después que la vendiste ¿no tenías aun el control sobre lo que hacías con el dinero? ¿Por qué decidiste hacer esto? ¡No le has mentido a los hombres sino a Dios!”

“No cometan adulterio, no maten, no roben, no deseen para ustedes las cosas con envidia”—los demás mandamientos están resumidos en esta declaración: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

¿Qué concluimos entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡Por supuesto que no! Pues yo no habría conocido lo que era el pecado si no fuera porque la ley lo define. Yo no me habría dado cuenta de que el deseo de tener las cosas de otras personas estaba mal si no fuera porque la ley dice: “No desees para ti lo que le pertenece a otro”.

ladrones, codiciosos, bebedores, abusadores, o engañadores, no heredarán el reino de Dios.

Nunca debería mencionarse la inmoralidad sexual o ningún tipo de indecencia o codicia al hablar de ustedes, pues el pueblo de Dios no debería estar haciendo tales cosas.

Ustedes saben que ciertamente ninguna persona que cometa inmoralidad sexual, indecencia, que sea codiciosa, o idólatra heredará cosa alguna en el reino de Cristo y de Dios.

“No debes desear tener la esposa de otro. No debes desear tener su casa o su campo, o su esclavo o su esclava, o su buey o su burro, o cualquier cosa que les pertenezca”.

Debes quemar los ídolos de su dios. No desees la plata y el oro que los cubre. No lo tomes o de lo contrario será una trampa para ti porque el Señor tu Dios detesta todo lo que tenga que ver con los ídolos.

Ellos terminarán completamente perdidos, pues estas personas tienen como “dios” sus propios deseos físicos y están orgullosos de cosas que deberían avergonzarles, pues piensan solo en las cosas de este mundo.

Así que maten su naturaleza mundana – el pecado sexual, la inmoralidad, la lujuria, los malos deseos, la codicia – pues esto es idolatría.

No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen. Dios mismo dijo: “Nunca te defraudaré; nunca te abandonaré”.

A Entre el botín vi un hermoso manto de Babilonia, doscientos siclos de plata y un lingote de oro que pesaba cincuenta siclos. En realidad deseaba tenerlos, así que los tomé. Están escondidos en el suelo dentro de mi tienda, con la plata enterrada más profundamente”.

Aquí estoy ante ustedes. Traigan cualquier acusación que tengan contra mí en presencia del Señor y de su ungido. ¿Me he apropiadodel buey o del burro de alguien? ¿He perjudicado a alguien? ¿He oprimido a alguien? ¿He aceptado un soborno de alguien para hacerme el de la vista gorda? Díganmelo y les pagaré por ello”.

¿Por qué no hiciste lo que el Señor te ordenó? ¿Por qué te abalanzaste sobre el despojo e hiciste lo malo ante los ojos del Señor?”




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