Éxodo 19:18

Versión Biblia Libre

El humo se derramó sobre todo el Monte Sinaí porque la presencia del Señor había descendido como el fuego. El humo se elevó como el humo de un horno, y toda la montaña tembló furiosamente.

Referencias Cruzadas

Génesis 11:5

Pero el Señor descendió para mirar la ciudad y la torre que estas personas estaban construyendo.

Génesis 15:17

Después de que el sol se puso y se hizo oscuro, de repente apareció un horno echando humo y una antorcha encendida que pasaba entre las mitades de los cadáveres de los animales.

Génesis 19:28

Y miró en dirección de Sodoma y Gomorra, así como todo el valle, y vio la tierra ardiendo en llamas, expulsando humo como si fuera un horno.

Nehemías 9:13

Descendiste en el monte Sinaí. Les hablaste desde el cielo. Les diste caminos correctos para vivir, leyes verdaderas, y buenos reglamentos y mandamientos.

Salmos 104:32

Solo tiene que mirar hacia la tierra y esta tiembla; las montañas dejan salir humo a su toque.

Salmos 114:4

Las montañas brincaron como carneros, los cerros saltaron como ovejas.

Salmos 114:7

Tierra, tiembla ante la presencia del Señor, ¡Tiembla ante la presencia del Dios de Jacob!

Salmos 144:5

Abre tus cielos y desciende, Señor. Toca las montañas para que echen humo.

Salmos 18:9

Abrió los cielos y descendió, con nubes negras debajo de sus pies.

Salmos 68:9

Tú enviaste abundante lluvia para regar la tierra prometida, refrescándola cuando estuvo seca.

Salmos 77:18

Tu trueno retumbó desde el torbellino, y los relámpagos iluminaron el mundo. La tierra temblaba y se estremecía.

Salmos 77:19

Tu camino conducía al mar, y pasaba por el mar profundo. Aun así tus huellas eran invisibles.

Éxodo 19:13

Asegúrate de que sean apedreados o disparados con flechas, pues no se les debe permitir vivir’. Sólo cuando escuchen un fuerte sonido de cuerno de carnero, el pueblo podrá subir a la montaña”.

Éxodo 19:17

Moisés condujo al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios. Se pararon al pie de la montaña

Éxodo 20:18

Cuando todo el pueblo oyó el trueno y el sonido de la trompeta, y vio el relámpago y el humo de la montaña, temblaron de miedo y se alejaron.

Éxodo 24:17

Para los israelitas la gloria del Señor parecía un fuego ardiente en la cima de la montaña.

Éxodo 3:2

Allí el ángel del Señor se le apareció en una llama de fuego desde dentro de un arbusto. Moisés miró con atención y vio que, aunque la zarza estaba ardiendo, no se estaba quemando.

Éxodo 34:2

Prepárate por la mañana, y luego sube al Monte Sinaí. Ponte delante de mí en la cima de la montaña.

Isaías 6:4

El sonido de sus gritos hizo temblar las columnas y los postes de las puertas, y el Templo se llenaba de humo.

Isaías 64:1

Si tan sólo desgarraras los cielos y bajaras. Las montañas temblarían en tu presencia!

Jeremías 4:24

Miré a las montañas y vi que temblaban; todas las colinas se agitaban de un lado a otro.

Habacuc 3:6

La tierra tiembla dondequiera que él se queda en pie. Cuando mira, las naciones tiemblan. Las antiguas montañas y colinas se sacuden y colapsan, pero sus caminos son eternos.

Zacarías 14:5

Huirás de esta montaña, por el valle que se extiende hasta Azal. Huirás como lo hicieron en tiempos del terremoto durante el reinado de Uzías, rey de Judá. Entonces el Señor vendrá, acompañado de todos sus santos.

Mateo 24:7

Habrá naciones que atacarán a otras naciones, y reinos que pelearán contra otros reinos. Habrá hambrunas y terremotos en diferentes lugares,

Deuteronomio 33:2

Dijo: El Señor vino del monte Sinaí y nos iluminó desde el monte Seir. Salió del monte Paran con diez mil santos, con fuego ardiente en su mano derecha.

Deuteronomio 4:36

Él les hizo escuchar su voz desde el cielo para que le obedecieran. En la tierra se reveló a través del fuego ardiente, y le oyeron hablar desde el fuego.

Deuteronomio 5:22

En voz alta el Señor les dio estos mandamientos a todos ustedes, hablando desde el fuego, la nube y la profunda oscuridad que cubría la montaña. No añadió nada más. Los escribió en dos tablas de piedra y me las dio.

Deuteronomio 5:4

El Señor habló con ustedes de persona a persona desde el fuego de la montaña.

2 Tesalonicenses 1:7

Él los libertará de su sufrimiento—y a nosotros también—cuando el Señor Jesús aparezca del cielo con fuego consumidor, con sus ángeles poderosos,

2 Tesalonicenses 1:8

y trayendo juicio sobre aquellos que rechazan a Dios y se niegan a aceptar la buena nueva de nuestro Señor Jesús.

Hebreos 12:18

Ustedes no han llegado a una montaña de verdad que pueda tocarse, ni a un lugar que arda con fuego, ni tampoco a un lugar de tormenta u oscuridad,

Hebreos 12:26

En ese tiempo la voz de Dios agitó la tierra, pero ahora su promesa es: “Una vez más voy a agitar no solo la tierra sino también el cielo”.

2 Pedro 3:10

Sin embargo, el día del Señor vendrá, y será inesperadamente, como la venida de un ladrón. Los cielos explotarán con un rugido atronador, y los elementos se destruirán al ser consumidos. La tierra y todo lo que hay en ella se desvanecerá.

Apocalipsis 15:8

Entonces el Templo se llenó de humo que provenía de la gloria de Dios y de su poder. Y nadie podía entrar al Templo hasta que las plagas que venían del cielo hubieran terminado.

Apocalipsis 9:2

Y abrió la puerta del Abismo, y salía humo de allí, como el humo de una caldera enorme. El sol y la atmósfera se oscurecieron por el humo que salía del Abismo.

Jueces 5:5

Las montañas se derritieron en presencia del Señor, el Dios del Sinaí, en presencia del Señor, el Dios de Israel.