Envía a esta mujer con su esposo. Él es un profeta, y orará por ti, y tú vivirás. Pero si no la envías de regreso, debes saber que tú y toda tu familia morirán”.
Entonces los doce apóstoles convocaron una reunión de todos los creyentes y les dijeron: “No es apropiado que nosotros dejemos de predicar la palabra de Dios por servir las mesas.