Más tarde, después de todo lo ocurrido, la ira del rey Jerjes se calmó y pensó en Vasti y en lo que había hecho, y en el decreto emitido contra ella.
Cuando Asuero se convirtió en rey, los lugareños le enviaron una acusación escrita contra el pueblo de Judá y Jerusalén.
Así que empalaron a Amán en el poste que había colocado para Mardoqueo. Entonces se calmó la ira del rey.