Dieron para el servicio de la casa de Dios 5.000 talentos y 10.000 dáricos de oro, 10.000 talentos de plata, 18.000 talentos de bronce y 100.000 talentos de hierro.
Les dije: “Ustedes están apartados para el Señor, y estos objetos del Templo también lo están. La plata y el oro son una ofrenda voluntaria al Señor, el Dios de vuestros antepasados.