Pesé y puse en sus manos 650 talentos de plata, artículos de plata del Templo que pesaban 100 talentos, 100 talentos de oro,
20 cuencos de oro que valían 1.000 dáricos, y dos artículos de bronce muy pulido, tan valiosos como el oro.
Toma los regalos traídos por Jeldai, Tobías y Jedaías, los exiliados que vuelven de Babilonia, y ve de inmediato a la casa de Josías, hijo de Sofonías.