Ahora deben confesar su pecado al Señor, el Dios de sus antepasados, y hacer lo que él les pide. Corta tus vínculos con la gente de la tierra y con tus esposas extranjeras”.
Pero hay mucha gente aquí, y está lloviendo a cántaros. No podemos quedarnos fuera. Más aún, esto no es algo que se pueda arreglar en uno o dos días, pues hemos pecado gravemente en esto.