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Referencias Cruzadas

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Efesios 6:17

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Usen el casco de la salvación, y lleven la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

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20 Referencias Cruzadas  

Me protege con el escudo de su salvación; su ayuda me ha engrandecido.

Las palabras que me dio para hablar son como una espada afilada. Me ha protegido cubriéndome con su mano. Me puso en su carcaj como una flecha afilada, manteniéndome allí a salvo.

Se puso la integridad como coraza y el casco de la salvación en la cabeza. Se vistió con ropas de venganza y se envolvió con determinación como un manto.

Por eso los he reducido a través de los profetas y los destruí con mis palabras. Mi juicio resplandece como la luz.

Entonces me dijo: “Este es el mensaje del Señor a Zorobabel: No es con poder, ni con fuerza sino con mi espíritu, dice el Señor.

Jesús respondió: “Como dicen las Escrituras, ‘los seres humanos no viven solo de comer pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios’”.

Jesús respondió: “Tal como dicen también las Escrituras, ‘No tentarás al Señor tu Dios’”.

Él la santificó, la limpió al lavarse en el agua del mundo,

Pero como nosotros pertenecemos al día, debemos mantener nuestras mentes limpias, ceñidos con la coraza de fe y amor, y usando como casco la esperanza de la salvación.

Pues la palabra de Dios es viva y eficaz, y más afilada que espada de dos filos, que penetra hasta separar la vida y el aliento, así como los tendones y los tuétanos, juzgando los pensamientos y las intenciones de la mente.

que habían conocido la palabra de Dios y el poder de la era que está por venir—

Sostenía siete estrellas en su mano derecha y de su boca salía una espada de doble filo. Su rostro brillaba como el sol en su esplendor.

Ellos lo vencieron mediante la sangre del Cordero y por el testimonio de sus vidas, y no amaron sus vidas al punto que estuvieron dispuestos a morir si era necesario.

De su boca salió una espada afilada para herir las naciones. Él gobernará el mundo con una vara de hierro, y él mismo pisotea el lagar del juicio de Dios, el Todopoderoso.

Así que arrepiéntete, o vendré pronto a ti y pelearé contra ellos usando la espada de mi boca.

Tenía en la cabeza un casco de bronce y llevaba una cota de malla de bronce que pesaba cinco mil siclos.

“¿De quién eres hijo, joven?” preguntó Saúl. “Soy hijo de tu siervo Isaí de Belén”, respondió David.




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