Desde entonces Esaú sintió odio hacia Jacob, por causa de la bendición de su padre. Esaú se dijo a sí mismo: “Pronto llegará el tiempo en que lamentaré la muerte de mi padre. ¡Y entonces mataré a mi hermano Jacob!”
“Tenemos diez acciones en el rey”, respondieron los hombres de Israel, “así que tenemos más derecho a David que ustedes. Entonces, ¿por qué nos desprecian? ¿No fuimos nosotros los primeros en hablar de recuperar a nuestro rey?” Pero los hombres de Judá argumentaron con más fuerza que los de Israel.
Y toda la ciudad estaba impactada por este hecho y la gente llegaba corriendo. Entonces agarraron a Pablo y lo sacaron a rastras del Templo. De inmediato se cerraron las puertas.
Cuando voy de visita, me preocupo de no encontrarlos como quisiera, y de que ustedes no me vean como quisieran verme. Me temo que habrá discusiones, celos, enojo, calumnia, chisme, arrogancia, y desorden.
Sus esposas también deben ser respetables. No deben andar difamando a las personas con chismes, y deben tener dominio propio y ser fieles en todo lo que hagan.
Además ellas se acostumbran a una vida de pereza, donde simplemente se visitan unas a otras en sus casas. No solo son perezosas, sino que andan en chismes y se entrometen hablando de cosas que no deberían.
Como líder de Dios, un anciano líder debe tener una buena reputación y no ser arrogante. No debe tener un mal carácter ni embriagarse; no debe ser violento ni tener avaricia por el dinero.
Del mismo modo, las mujeres de mayor edad deben comportarse de una manera que demuestre que tienen vidas dedicadas a Dios. No deben destruir la reputación de la gente con su hablar, y no deben ser adictas al vino.
Amigos, no hablen mal unos de otros. Todo el que critica a un hermano creyente y lo condena, critica y condena la ley. Si ustedes condenan la ley, entonces no la están cumpliendo, porque están actuando como jueces.
Entonces escuché una voz fuerte en el cielo, que decía: “Ahora ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. El Acusador de los creyentes ha sido arrojado, el que los acusa en presencia de Dios día y noche.