Entonces estudié todo lo que hace Dios, y me di cuenta de que nadie puede entender completamente lo que ocurre aquí. Por mucho que lo intenten, por muy sabios que pretendan ser, no pueden comprenderlo realmente.
¡Oh cuán profundas son las riquezas, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Cuán increíbles son sus decisiones, y cuán extraordinarios son sus métodos!