¡pues sabes cuántas veces tú mismo has hablado mal de los demás!
El rey también le dijo a Simí: “En el fondo sabes todo el mal que le hiciste a mi padre David. Por eso el Señor te pagará tu maldad.
No te tomes a pecho todo lo que dice la gente, pues de lo contrario podrías oír a tu siervo hablar mal de ti,
He examinado todo esto usando los principios de la sabiduría. Me dije: “Pensaré con sabiduría”. Pero la sabiduría se me escapó.
Porque lo que sale de la mente son pensamientos malos, asesinatos, adulterio, inmoralidad sexual, hurto, falso testimonio, y blasfemia,
La misma lengua que usamos para bendecir a nuestro Señor y Padre, la usamos para maldecir a otras personas que están hechas a imagen de Dios.