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Referencias Cruzadas
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Eclesiastés 2:14

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Los sabios ven hacia dónde van, pero los insensatos caminan en la oscuridad. Pero también me di cuenta de que todos llegan al mismo final.

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16 Referencias Cruzadas  

Ellos son más valiosos que el oro, incluso el oro más fino; son más dulces que la miel, incluso más que la miel pura, acabada de salir de un panal.

Todos saben que el sabio morirá, pero aquellos que son tontos y tercos también, dejando todo lo que tienen a la siguiente generación.

Ellos creen que sus hogares durarán para siempre, que el lugar donde viven se mantendrá por todas las generaciones.

Los prudentes usan su sabiduría para decidir hacia donde van; pero la estupidez de los necios traicionera.

Los prudentes están atentos a la sabiduría, pero los ojos de los tontos siempre están divagando.

Nadie se acuerda del sabio ni del insensato por mucho tiempo: en el futuro todo se olvidará. Tanto los sabios como los necios mueren.

Porque lo que ocurre con los seres humanos es lo mismo que lo que ocurre con los animales: de la misma manera que uno muere, el otro también muere. Todos tienen el aliento de vida, así que en lo que respecta a cualquier ventaja que los seres humanos tengan sobre los animales, no hay ninguna. Sin duda, esto es muy difícil de entender!

Aunque este hombre viviera mil años dos veces, no sería feliz. ¿Acaso no acabamos todos en el mismo lugar: la tumba?

Entonces, ¿qué ventaja real tienen los sabios sobre los insensatos? Y los pobres, ¿ganan realmente algo con saber comportarse ante los demás?

Es mejor ir a un funeral que a una fiesta. Al final, todo el mundo muere, y los que aún están vivos deberían pensar en ello.

¿Quién puede compararse con los verdaderos sabios? ¿Quién sabe interpretar las cosas? Si tienes sabiduría tu rostro se ilumina y tu mirada severa se suaviza.

Pensé en otras cosas que ocurren aquí en la tierra. Las carreras no siempre las gana el más rápido. Las batallas no siempre las decide el guerrero más fuerte. Además, los sabios no siempre tienen comida, las personas inteligentes no siempre ganan dinero, y los astutos no siempre ganan el favor. El tiempo y el azar afectan a todos ellos.

Como siempre he dicho: “La sabiduría es mejor que la fuerza”. Sin embargo, la sabiduría de ese pobre hombre fue desestimada: la gente no prestó atención a lo que decía.

Los que aborrecen a un hermano cristiano están en oscuridad. Tropiezan en la oscuridad, sin saber hacia dónde van porque la oscuridad los ha cegado.




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