No me detuve en probar todo lo que quería. Todo lo que me apetecía disfrutar, lo hacía. Incluso disfruté de todo lo que había logrado, como recompensa por todo mi trabajo.
Eva vio que el fruto del árbol lucía bueno para comer. El fruto se veía muy atractivo. Y Eva lo deseaba para obtener sabiduría. Así que tomó del fruto y lo comió, y lo compartió con su esposo, que estaba con ella, y él también comió.
¡Jóvenes, disfruten de su juventud! ¡Sean felices con lo que es bueno! Mientras sean jóvenes, dejen que su mente guíe su vida, y hagan lo que mejor les parezca. Pero recuerden que Dios los juzgará por todos sus pensamientos y acciones.
Así que llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que la gente disfrute de su trabajo. Esto es lo que debemos hacer. Porque ¿quién puede resucitar a alguien de entre los muertos para mostrarle lo que sucederá después de su muerte?
La gente que ama el dinero nunca tiene suficiente dinero; los que aman la riqueza nunca tienen suficientes ingresos. Esto también es muy temporal y tiene poco sentido.
Pero yo observé que lo bueno y lo correcto es comer, beber y hallar placer en el trabajo que Dios nos da aquí en esta vida. Este es el regalo de Dios para nosotros.
Dios le da riqueza, posesiones y honor a alguien. Ellos tienen todo lo que quieren. Pero Dios no les permite disfrutar de lo que tienen. En su lugar, ¡otro lo hace! Esto es difícil de entender, y es verdaderamente cruel.
Así que recomiendo disfrutar de la vida. No hay nada mejor para nosotros aquí en la tierra que comer y beber y ser felices. Tal actitud nos acompañará mientras trabajamos y mientras vivimos la vida que Dios nos da aquí en la tierra.
Disfruta de la vida con la esposa que amas -la que Dios te dio- durante todos los días de esta breve vida, todos estos días que pasan y cuyo significado es tan difícil de entender mientras trabajas aquí en la tierra.
Porque todas las cosas de este mundo, nuestros deseos pecaminosos, nuestro deseo por todo lo que vemos, nuestra jactancia por lo que hemos logrado en la vida, ninguna de esas cosas viene del Padre, sino del mundo.
Volvió a su casa y les dijo a su padre y a su madre: “Una mujer filistea en Timná me ha llamado la atención. Tráiganmela porque quiero casarme con ella”.