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Referencias Cruzadas

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Eclesiastés 12:7

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Entonces el polvo vuelve a la tierra de la que salió, y el aliento de vida vuelve a Dios que lo dio.

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23 Referencias Cruzadas  

“Como ya comencé, permíteme seguir hablando con mi Señor, aunque no soy nadie sino apenas polvo y cenizas”, continuó Abraham.

Entonces el Señor formó al hombre Adán con polvo de la tierra. Y sopló en sus fosas nasales el aliento de vida, y Adán se convirtió en un ser vivo.

Tendrás que sudar para cultivar suficiente comida hasta que mueras y regreses a la tierra. Porque fuiste hecho del polvo de la tierra, y al mismo polvo regresarás”.

Aunque los malvados tengan cuerpos jóvenes y fuertes, morirán y serán enterrados.

Si es así, ¿por qué no perdonas mis pecados y quitas mi culpa? Ahora mismo voy a tumbarme en el polvo, y aunque me busques, me habré ido”.

Porque él sabe cómo fuimos hechos; él recuerda que somos solo polvo.

Cuando te alejas de ellos, se aterrorizan; cuando retiras su aliento de vida, ellos mueren y regresan al polvo.

Tan solo después de un suspiro vuelven al polvo, y ese día todos sus planes mueren con ellos.

Yo aborrezco a los que se dedican a adorar ídolos sin sentido; Yo confío en el Señor.

Llevas a la gente nuevamente al polvo, diciendo, “Vuelvan al polvo, seres humanos”.

No pelearé contigo para siempre; no me enfadaré contigo para siempre. De lo contrario, perderían el ánimo, el mismo pueblo al que di vida.

El rey Sedequías le prometió solemnemente a Jeremías en privado: “Vive el Señor, que nos dio esta vida, que no te haré matar, ni te entregaré a los que quieren matarte”.

Millones dormidos en la tierra en la muerte despertarán, unos a la vida eterna, y otros a la vergüenza y a la desgracia eternas.

Una profecía: Este mensaje vino del Señor, respecto a Israel, una declaración del Señor que extendió los cielos, y quien estableció los cimientos de la tierra y puso aliento de vida en os seres humanos.

Pero Moisés y Aarón cayeron al suelo boca abajo y dijeron: “Dios – Diosde todo lo que vive – si es un solo hombre el que peca, ¿tienes que enfadarte con todos?”

“Que el Señor, el Dios que da la vida a todos los seres vivos, elija un hombre que guíe a los israelitas

Luego Jesús exclamó a gran voz: “Padre, dejo mi espíritu en tus manos”. Y habiendo dicho esto, expiró su último aliento.

Y mientras lo seguían apedreando, Esteban oró: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”.

Han venido a la iglesia de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo; a Dios, el juez de todos, y donde están las personas buenas, cuyas vidas están completas.

Porque si respetábamos a nuestros padres terrenales que nos disciplinan, ¿cuánto más deberíamos estar sujetos a la disciplina de nuestro Padre espiritual, que nos conduce a la vida?




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