El Maestro buscaba la mejor manera de explicar las cosas, escribiendo con verdad y honestidad.
Los que hacen el bien saben decir lo correcto, pero los malvados siempre mienten.
Una buena respuesta trae alegría a sus oyentes. ¡Cuán bueno es oír la palabra acertada en el momento correcto!
El Señor odia los pensamientos de los malvados, pero honra las palabras de los puros.
He aquí las palabras del Maestro, el rey de Jerusalén, hijo de David.
Yo soy el Maestro, y fui rey sobre Israel, reinando desde Jerusalén.
“Te digo la verdad: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes se niegan a aceptar nuestro testimonio.
por causa de la esperanza preparada para ustedes en el cielo. Ya escucharon sobre esto en la buena noticia, el mensaje de verdad
Este es un dicho confiable que todos deberían aceptar: “Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores”, y yo soy el peor de ellos.