Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Deuteronomio 9:9

Versión Biblia Libre

Fue entonces cuando subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas que registraban el acuerdo que el Señor hizo contigo. Permanecí en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, y no comí ni bebí nada.

Ver Capítulo Copiar

17 Referencias Cruzadas  

Así que se levantó, comió y bebió, y con la fuerza que le dio la comida pudo caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte Horeb, la montaña de Dios.

“¡No, no los mates!”, respondió. “¿Matarías a los prisioneros que capturaras con tu propia espada o arco? Dales comida y agua para que coman y beban, y luego deja que vuelvan con su amo”.

Entonces el Señor le dijo a Moisés: “Sube a mí al monte y quédate aquí, para que te dé las tablas de piedra, con las instrucciones y órdenes que he escrito para que las aprendan”.

Cuando Moisés subió a la montaña, la nube la cubrió.

Moisés subió a la nube cuando subió a la montaña, y permaneció en la montaña durante cuarenta días y noches.

Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés en el Monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.

Cuando el pueblo se dio cuenta de cuánto tiempo tardaba Moisés en bajar de la montaña, fueron juntos a ver a Aarón. Le dijeron: “¡Levántate! Haznos unos dioses que nos guíen porque este hombre, Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le ha pasado”.

Moisés pasó allí cuarenta días y cuarenta noches con el Señor sin comer pan ni beber agua. Escribió en las tablas las palabras del acuerdo, los Diez Mandamientos.

Después de haber ayunado por cuarenta días y cuarenta noches, tenía hambre.

Esto nos muestra una analogía: estas dos mujeres representan dos pactos. Un pacto es del Monte Sinaí—Agar—y ella da a luz hijos esclavos.

Te humilló y, cuando tuviste hambre, te dio a comer maná, que nadie, ni siquiera tú y tus antepasados, había tenido antes. Esto fue para dejarte claro que los seres humanos no viven sólo de comer pan, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor.

Después de cuarenta días y cuarenta noches, el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.

Volví a bajar la montaña mientras aún estaba en llamas, llevando las dos tablas del pacto.

Luego me acosté en el suelo ante el Señor durante cuarenta días y cuarenta noches, como lo había hecho antes. No comí ni bebí nada por todos los pecados que habías cometido al hacer lo que era malo ante los ojos del Señor, haciéndole enfadar.

Dentro de este lugar estaba el altar de oro del incienso, y el “arca del pacto”, cubierta de oro. Dentro del arca se encontraba una taza de oro que contenía maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las inscripciones del pacto sobre piedras.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos