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Referencias Cruzadas

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Deuteronomio 26:9

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Nos trajo aquí y nos dio este país, una tierra que fluye leche y miel.

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12 Referencias Cruzadas  

Les dio las tierras de las naciones paganas, y heredaron todo aquello por cuanto los demás habían trabajado.

He decidido sacarlos de la miseria que están teniendo en Egipto y llevarlos a la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos, una tierra que fluye leche y miel’”.

Por eso he descendido para rescatarlos de la opresión egipcia y para llevarlos desde ese país a una tierra fértil y amplia, una tierra donde fluye leche y miel, donde actualmente viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.

“Así que levanté mi mano y les juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado, una tierra que fluye leche y miel -mejor que cualquier otro país-

“Aquel día les prometí que los sacaría de Egipto y los llevaría a un país que había elegido para ellos, una tierra que mana leche y miel, mejor que cualquier otro país.

“Dios ha cuidado de mi para que hoy pueda estar aquí como testigo para todos, tanto para las personas comunes como para las personas más prestigiosas. Yo solo estoy repitiendo lo que Moisés y los profetas dijeron que sucedería:

Por favor, mira desde tu casa en el cielo y bendice a tu pueblo, los israelitas, y el país que nos has dado, como prometiste a nuestros padres, una tierra que fluye leche y miel”.

Entonces escribe todas estas leyes en ellas una vez que hayas cruzado para entrar en el país que el Señor tu Dios te está dando, una tierra que fluye leche y miel, tal como el Señor, el Dios de tus antepasados, te lo prometió.

Escucha, pueblo de Israel, y está atento a observarlas, para que les vaya bien y tengan mucha descendencia en una tierra que fluye leche y miel, tal como se los prometió el Señor, el Dios de sus antepasados.

“Ahora estoy a punto de morir, el destino de todo ser viviente en la tierra. En el fondo sabes que no ha fallado ni una sola de las buenas promesas del Señor. Todo se ha cumplido. Ni una sola ha fallado.

Después de esto, Samuel tomó una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen. La llamó Ebenezer, diciendo: “¡El Señor nos ayudó hasta aquí!”.




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