y dile al sacerdote a cargo en ese momento, “Hoy declaro al Señor tu Dios que ahora vivo en el país que el Señor prometió a nuestros antepasados que nos daría”.
Entonces esto es lo que debes declarar públicamente ante el Señor tu Dios, “Mi padre era un arameo que andaba de un lugar a otro. Sólo había unos pocos cuando él y su familia se fueron a vivir a Egipto. Pero se convirtieron en una nación grande y poderosa.