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Referencias Cruzadas
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Daniel 9:8

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La vergüenza pública es nuestra, Señor, y de nuestros reyes, príncipes y antepasados, porque hemos pecado contra ti.

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15 Referencias Cruzadas  

porque han hecho lo que es malo a mis ojos y me han hecho enojar desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta hoy”.

Pero si recapacitan en su tierra de cautiverio y se arrepienten y te piden misericordia, diciendo: ‘Hemos pecado, hemos hecho mal, hemos actuado con maldad’,

por favor escucha y enfoca tu atención en la oración de tu siervo que te estoy orando ahora, día y noche, en nombre de tus siervos, los israelitas. Confieso los pecados que los israelitas hemos cometido contra ti, incluidos los míos y los de mi familia.

Desde el principio, nadie ha oído hablar, nadie ha prestado atención y nadie ha visto a ningún Dios excepto a ti, el que ayuda a los que ponen su confianza en ti.

Señor, reconocemos nuestra maldad, la culpa de nuestros antepasados y nuestros propios pecados contra ti.

por todas las cosas malas que hizo el pueblo de Israel y de Judá y que me hicieron enojar: sus reyes y funcionarios, sus sacerdotes y profetas, todos los que viven en Judá y Jerusalén, todos

Pero, ¿es a mí a quien realmente hieren? declara el Señor. ¿No se están lastimando a sí mismos y se están avergonzando?

El Señor ha hecho lo justo, porque yo me rebelé contra sus instrucciones. Escuchen, todos en todas partes; miren lo que estoy sufriendo. Mis jóvenes y mis hombres jóvenes han sido llevados al cautiverio.

“Nosotros somos pecadores; nosotros somos rebeldes ¡y tú no nos has perdonado!”

La corona ha caído de nuestra cabeza. ¡Qué desastre nos ha sobrevenido por haber pecado!

para que te acuerdes y te avergüences, y no vuelvas a defender tu comportamiento vergonzoso cuando te perdone por todo lo que has hecho, declara el Señor Dios”.

Pero ella se rebeló contra mis reglas, actuando con más maldad que las naciones, y desafió mis reglamentos más que los países que la rodean. Su pueblo rechazó mis reglas y se negó a seguir mis normas.

Sin embargo, tú, Señor, nuestro Dios, eres compasivo y perdonador, aunque nos hayamos rebelado contra ti.




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