El hermano entregará a su hermano y lo mandará a matar, y el padre hará lo mismo con su hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres, y los entregarán a la muerte.
“Ustedes son privilegiados porque a ustedes se les han revelado los misterios del reino de los cielos, pero ellos no tienen ese conocimiento”, respondió Jesús.
“Sin duda alguna ustedes beberán de mi copa”, les dijo, “pero el privilegio de sentarse a mi derecha y a mi izquierda no me corresponde darlo a mi. Mi Padre es el que decide quién será”.
y cuando lo encontró, lo hizo regresar con él a Antioquía. Y durante el transcurso de un año trabajaron juntos con la iglesia, enseñando el mensaje a multitudes. Y fue en Antioquía que a los creyentes se les llamó por primera vez “Cristianos”.
Y después de predicar la buena noticia con las personas de esa ciudad, y después de que muchos se convirtieran en creyentes, regresaron a Listra, Iconio y Antioquía.
A mi modo de ver, Dios nos ha puesto como apóstoles en primera fila, condenados a morir. Nos hemos convertido en espectáculo ante todo el universo, para los ángeles y los seres humanos.
Esa también es una razón por la cual sufro todas estas cosas, pero no me avergüenzo, porque sé en quién he confiado. Estoy seguro de que él puede cuidar de lo que le he confiado hasta el Día de su regreso.
apagaron incendios, escaparon de la muerte por espada, eran débiles pero se volvieron fuertes, lograron grandes cosas en guerras, y dirigieron ejércitos.
Yo soy Juan, hermano de ustedes, partícipe en el sufrimiento y en el reino, y en la paciente espera que experimentamos en Jesús. Fui detenido en la isla de Patmos por compartir la palabra de Dios y la verdad tal como fue revelada por Jesús.
Y vi que la mujer estaba ebria con la sangre de los creyentes, y con la sangre de los mártires que habían muerto por Jesús. Cuando la vi, me quedé totalmente asombrado.
Yo sé que vives donde Satanás tiene su trono, y que has permanecido fiel a mí. No has negado tu fe en mí, incluso cuando mi fiel testigo Antipas fue asesinado justo en medio de ustedes, justo allí, donde vive Satanás.
Cuando abrió el quito sello, vi debajo del altar a los que habían sido llevadas a muerte por causa de su dedicación a la palabra de Dios y su fiel testimonio.
Y yo respondí: “Mi Señor, tú sabes la respuesta”. Entonces me dijo: “Estos son los que han pasado por gran persecución. Y han lavado sus túnicas, blanqueándolas por medio de la sangre del Cordero.