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Referencias Cruzadas
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Cantares 4:1

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¡Qué hermosa estás, querida, qué hermosa! Tus ojos son como palomas detrás de tu velo. Tu cabello fluye como un rebaño de cabras bajando del monte Galaad.

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17 Referencias Cruzadas  

Que el rey te desea por tu hermosura; respétalo, porque él es tu Señor.

¡Mira qué hermosa eres, querida, qué hermosa! Tus ojos son suaves como palomas.

Mi amor me llama: “¡Levántate, cariño mío, mi hermosa niña, y ven conmigo! ¡Sólo mira!

Mi paloma está fuera de la vista en las grietas de la roca, en los escondites del acantilado. Por favor, ¡déjame verte! ¡Deja que te escuche! ¡Porque hablas tan dulcemente, y te ves tan hermosa!

Por favor, aparta tus ojos de mí: ¡me están volviendo loco! Tu pelo baja como un rebaño de cabras que desciende del monte Galaad.

Tus mejillas son del color del rubor de las granadas detrás de tu velo.

Tu cabeza es tan magnífica como el monte Carmelo; tu pelo negro tiene un brillo púrpura, como si un rey ¡se quedó cautivo en tus cerraduras!

Esto es lo que dice el Señor sobre la familia real del rey de Judá: Ustedes son tan estimados para mí como los bosques de Galaad y los montes del Líbano. Pero te convertiré en un desierto, en ciudades donde nadie vive.

Fuiste famosa en todo el mundo por tu belleza, porque usé mi poder majestuoso para hacerte tan maravillosa, declara el Señor Dios.

Protege a tu pueblo con la vara del pastor. Cuida de tu rebaño, de tu pueblo especial, que vive solo en el desierto y en tierra de cultivos. Déjalos pastar como antes en Basán y en Galaad.

Las tribus de Rubén y Gad tenían grandes cantidades de ganado y vieron que la tierra de Jazer y Galaad era un buen lugar para criarlos.

Entonces Moisés entregó a Galaad a la familia de Maquir, hijo de Manasés, y se establecieron allí.

Acepten mi yugo, y aprendan de mí. Porque yo soy bondadoso y tengo un corazón humilde, y en mí encontrarán el descanso que necesitan.

Así que todos nosotros, con nuestros rostros descubiertos, vemos y reflejamos al Señor como en un espejo. Estamos siendo transformados conforme a la misma imagen del espejo, cuya gloria es cada vez más brillante. Esto es lo que hace el Señor, que es el Espíritu.




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