Pero su padre se negó, diciendo: “Yo sé lo que hago. Manasés también se convertirá en un pueblo importante, pero su hermano menor será más grande que él, y sus descendientes se convertirán en una gran nación”.
Los descendientes de Benjamín, hombres de veinte años o más, fueron registrados por nombre según los registros genealógicos de su tribu y sus familias. Todos los hombres registrados que estaban aptos para servir en el ejército,
Después de esto mire y vi una gran multitud que nadie podía contar, compuesta de toda nación, tribu, pueblo y lengua. Estaban en pie frente al trono y el Cordero, vestidos con túnicas blancas, con ramas de palmeras en sus manos.