A los demás los mataron con la espada del que estaba sobre el caballo, la espada que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron con sus carnes.
Sostenía siete estrellas en su mano derecha y de su boca salía una espada de doble filo. Su rostro brillaba como el sol en su esplendor.
Los diez cuernos que viste y la bestia odiarán a la prostituta, y le quitarán todas sus posesiones, y la dejarán desnuda, comerán su carne y la quemarán hasta que quede en cenizas.