Apocalipsis 15:4

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¿Quién no te rendiría reverencia, oh, Señor? ¿Quién es el que no glorificaría tu nombre? Pues solo tú eres santo. ¡Todas las naciones vendrán a adorarte porque has demostrado con tus actos que eres justo!”

Referencias Cruzadas

Salmos 105:7

Él es el Señor, Nuestro Dios, sus juicios cubren toda la tierra!

Salmos 111:9

Liberó a su pueblo. Y ordenó que su pacto perdurará para siempre. ¡Su nombre es santo e imponente!

Salmos 22:23

Alaben al Señor, ¡Todos los que lo adoran! ¡Hónrelo cada descendiente de Jacob! ¡Témale cada descendiente de Israel!

Salmos 22:27

Todos en el mundo entero se arrepentirán y volverán al Señor; todas las naciones adorarán antes de ti.

Salmos 22:3

Sin embargo, eres santo, y las alabanzas de Israel son tu trono.

Salmos 86:9

Tú creaste todas las naciones, y estas vendrán y se postrarán delante de ti. Declararán cuán maravilloso eres.

Salmos 89:7

La asamblea celestial teme a Dios; todos los que lo rodean son abrumados por su presencia.

Salmos 97:8

Jerusalén oye esto y celebra; todos los pueblos de Judá están felices por tus juicios, Señor.

Salmos 99:5

¡Brinden respeto al Señor, nuestro Dios! ¡Póstrense a sus pies, porque él es santo!

Salmos 99:9

Honren al Señor, y alábenlo en su monte santo. ¡Porque el Señor, nuestro Dios, es santo!

Isaías 24:15

Desde el oriente glorifican al Señor; desde las orillas del mar alaban el nombre del Señor, el Dios de Israel.

Isaías 25:3

Por eso las naciones poderosas te honrarán; ciudades de naciones brutales te temerán.

Isaías 26:9

Te busco en la noche y en mi interior te anhelo. Cuando tus leyes se muestran en la tierra, entonces los pueblos del mundo aprenden lo que es justo.

Isaías 45:23

He jurado por mí mismo, he dicho lo que es justo y no me retractaré jamás. Todos se inclinarán ante mí; todos me reconocerán.

Isaías 57:15

Esto es lo que dice el que está por encima de todo, el que vive en la eternidad, cuyo nombre es santo: Yo vivo en un lugar alto y santo, junto a los que se arrepienten y actúan con humildad, restaurando sus espíritus y animándolos.

Isaías 6:3

Se gritaban unos a otros: Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; su gloria llena toda la tierra.

Isaías 60:5

Entonces verás y brillarás, tu corazón palpitará de alegría, porque te traerán las riquezas que cruzan el mar, las riquezas de las naciones.

Jeremías 10:7

Todo el mundo debería respetarte, Rey de las naciones. Así es como deben tratarte. No hay nadie como tú entre todos los sabios de todas las naciones y reinos.

Jeremías 16:19

Señor, tú eres mi fuerza y mi fortaleza, mi lugar seguro en el tiempo de angustia. Vendrán a ti naciones de toda la tierra, y dirán: “¡La religión de nuestros antepasados era una total mentira! Los ídolos que adoraban eran inútiles, no servían para nada.

Jeremías 5:22

¿No tienen miedo de lo que puedo hacer? declara el Señor. ¿No creen que deberían temblar en mi presencia? Yo soy el que puso la orilla como límite del mar, un límite eterno que no puede cruzar. Las olas chocan contra ella, pero no pueden vencerla. Rugen, pero no pueden cruzar la barrera.

Oseas 3:5

Después de esto, el pueblo de Israel volverá y se dedicará al Señor su Dios y al linaje de David, su rey. En los últimos días vendrán con asombro y reverencia por el Señor y su bondad.

Habacuc 1:12

¿No has existido desde la eternidad pasada? Tú eres el Señor mi Dios, mi Santo, y no mueres. Señor, tu los nombraste para dar juicio; Dios, nuestra Roca, tú los enviaste para castigarnos.

Zacarías 14:16

Después de esto, cada sobreviviente de las naciones que atacaron a Jerusalén irán allí a adorar al Rey, al Señor Todopoderoso, y a celebrar la Fiesta de las Enramadas.

Zacarías 2:11

Ese día, muchas naciones creerán en el Señor, y serán mi pueblo. Yo viviré en medio de ustedes, y ustedes sabrán que el Señor Todopoderoso me ha enviado a ustedes.

Malaquías 1:11

Me siento honrado por las naciones desde el extremo más oriental, hasta el extremo más oriental. En todas partes la gente me trae ofrendas de incienso y sacrificios puros. Soy honrado entre las naciones, dice el Señor Todopoderoso.

Romanos 15:9

También vino para que los extranjeros pudieran alabar a Dios por su misericordia, como dice la Escritura, “Por lo tanto te alabaré entre los extranjeros; cantaré alabanzas a tu nombre”.

1 Pedro 1:16

Tal como dice la Escritura: “Sean santos, porque yo soy santo”.

Apocalipsis 11:15

Entonces el segundo ángel hizo sonar su trompeta, y desde el cielo se oyeron voces gritando, y decían “El reino del mundo se han convertido en el reino de nuestro Señor, y de Cristo, y él reinará por siempre y para siempre”.

Apocalipsis 14:7

Y clamaba a gran voz, diciendo: “La reverencia y la gloria sean dadas a Dios, pues ha llegado la hora de su juicio. Adoren a Aquél que hizo el cielo, la tierra, el mar, y las fuentes de agua”.

Apocalipsis 16:5

Y escuché al ángel que tenía el poder sobre las aguas, y declaró: “Tú eres realmente justo, tú, que eres y fuiste, el Santo, como lo demuestra este juicio.

Apocalipsis 16:7

Entonces oí una voz que provenía desde el altar, diciendo: “Sí, oh, Señor, el Todopoderoso. ¡Tus juicios son justos y verdaderos!”

Apocalipsis 19:2

porque sus juicios son verdaderos y justos, porque ha condenado a la prostituta infame que corrompió a la tierra con su inmoralidad, y ha traído justicia sobre ella por sus asesinatos a sus siervos”.

Apocalipsis 19:8

Está vestida con lino fino, blanco y limpio. (El lino fino representa las buenas obras de los creyentes).

Apocalipsis 3:7

“Escribe esto al ángel de la iglesia de Filadelfia: Esto es lo que dice el Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David. Él puede abrir y nadie puede cerrar; él puede cerrar y nadie puede abrir:

Apocalipsis 4:8

Cada una de las cuatro criaturas vivientes tenía seis alas, que también estaban cubiertas de ojos. Día y noche decían sin parar: “Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso, que era, es y vendrá”.

Apocalipsis 6:10

Y clamaban, diciendo: “¿Hasta cuándo, Señor, que eres santo y verdadero, harás juicio y traerás justicia sobre aquellos en la tierra que derramaron nuestra sangre?”

1 Samuel 2:2

¡No hay nadie santo como el Señor, nadie aparte de ti, ninguna Roca como nuestro Dios!