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Referencias Cruzadas
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Amós 9:5

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El Señor de poder toca la tierra y ésta se derrite. Y todos sus habitantes se lamentan. La tierra sube como el río Nilo cuando se desborda, y luego vuelve a caer.

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17 Referencias Cruzadas  

Solo tiene que mirar hacia la tierra y esta tiembla; las montañas dejan salir humo a su toque.

Abre tus cielos y desciende, Señor. Toca las montañas para que echen humo.

Por lo tanto, que todos los que te son fieles oren a ti mientras aún hay tiempo, para que cuando los problemas vengan como una inundación, no los ahoguen.

Las naciones están en confusión, Los reinos colapsan. Dios levanta su voz y la tierra se estremece.

Las montañas se derriten como cera en la presencia del Señor, ante el Señor de toda la tierra.

Si tan sólo desgarraras los cielos y bajaras. Las montañas temblarían en tu presencia!

¿Hasta cuándo tendrá que lamentarse la tierra y secarse la hierba de todos los campos a causa de la maldad de la gente que la habita? Los animales y las aves se han extinguido porque la gente ha dicho: “El no sabe lo que nos va a pasar”.

Por causa de esto, la tierra se seca, y todos los que viven en ella se consumen, así como los animales del campo y las aves del cielo, y los peces del mar. Todos están muriendo.

¿No es lógico que la tierra se estremezca por esto y que se lamenten todos los que habitan en ella? La tierra crecerá como crece el río Nilo cuando hay inundación, será lanzada por los aires y volverá a caer.

Los montes tiemblan en su presencia y las colinas se derriten. La tierra tiembla ante él, todo el mundo y los que en él habitan.

¿Quién puede resistir su furia? ¿Quién puede soportar el ardor de su ira? Su enojo brota como fuego derretido y rompe las rocas en pedazos.

Las montañas te vieron y se estremecieron. Salió el agua y se derramó por todo el lugar. Las profundidades salieron a la luz, formando enormes y altas olas.

La lluvia cayó, hubo inundación y los vientos soplaron fuertemente contra aquella casa, y se cayó. Colapsó por completo”.

Entonces vi un gran trono blanco con Uno sentado en él. El cielo y la tierra desaparecieron, y no existían más.




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