En el noveno año del reinado de Oseas, el rey de Asiria capturó Samaria y deportó a los israelitas a Asiria. Los asentó en Jalaj, en Gozán, sobre el río Jabor, y en las ciudades de los medos.
¿Cómo te atreves a hablar en nombre del Señor aquí en el Templo y a declarar que será destruido como Silo, y que esta ciudad quedará vacía y abandonada?” Todos se agolparon alrededor de Jeremías amenazándolo en el Templo del Señor.
Este es el mensaje que se le dio a Amós, un pastor de Tecoa, en Judá. Esto fue lo que vio respect a Israel cuando Uzías era el rey de Judá y Jeroboam, hijo de Joás, era el rey de Israel, dos años antes del terremoto.
Entonces Amasías, el sacerdote de Betel, envió un mensaje a Jeroboam, rey de Israel, diciendo: “Amós está conspirando contra ustedes en el pueblo de Israel. ¡Lo que dice es insoportable!
Los lugares altos de los descendientes de Isaac serán derribados, y los lugares santos de Israel serán destruidos. Con espada en mano, me levantaré contra la casa de Jeroboam”.