Aborrezcan el mal y amen el bien. Asegúrense de que gane la justiciar en las cortes. Quizás el Señor Dios de poder tenga misericordia de los que quedan entre el pueblo de Jacob.
Los oficiales de Ben Adad le dijeron: “Mira, hemos oído que los reyes israelitas son misericordiosos. Vamos a rendirnos ante el rey de Israel, llevando sacos en la cintura y cuerdas en la cabeza. Quizá os deje vivir”.
Todo lo que quedó del ejército de Joacaz fueron cincuenta jinetes, diez carros y diez mil soldados, pues el rey de Aram había destruido al resto, convirtiéndolos en polvo como cuando se trilla el grano.
Durante el reinado de Peca, rey de Israel, Tiglat-Pileser, rey de Asiria, invadió y capturó Iyón, Abel-Bet-Macá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad, Galilea y toda la tierra de Neftalí, y llevó al pueblo a Asiria como prisioneros.
Tal vez el Señor, tu Dios, al oír el mensaje que el comandante del ejército entregó en nombre de su amo, el rey de Asiria – unmensaje enviado para insultar al Dios vivo – locastigue por sus palabras. Por favor, haz una oración por el remanente de nosotros que aún sobrevive”.
Por favor escúchanos, pastor de Israel, tú, que guías a los descendientes de José como a un rebaño. Tú, que te sientas en tu trono sobre los querubines, brilla
Esto es lo que dice el Señor: Haz lo que es justo y correcto. Protege a los que son tratados injustamente por gente corrupta. No hagas nada malo a los extranjeros, a los huérfanos o a las viudas. No uses la violencia contra ellos. No mates a los inocentes.
Esto es lo que dice el Señor: ¡Canten con alegría por los descendientes de Jacob; griten por la más grande de todas las naciones! ¡Que todo el mundo lo sepa! Alaben y griten: “¡Señor, salva a tu pueblo, a los que quedan de Israel!”
Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Ya hancausado bastante daño, príncipes de Israel! ¡Dejen de usar la violencia y de maltratar a la gente! Hagan lo que es bueno y correcto. Dejen de desalojar a la gente y de robar sus bienes, declara el Señor Dios.
¿Pueden los caballos galopar sobre los escombros? ¿Pueden los bueyes arar el mar? ¡Pero ustedes han transformado la justicia en veneno, y el fruto de la bondad en amargura!
El capitán del barco se acercó a Jonás y le preguntó: “¿Cómo es que puedes estar durmiendo? Levántate y ora a tu Dios. Quizás así se dará cuenta de lo que pasa y no nos ahogaremos”.
Ciertamente los reuniré a todos ustedes, descendientes de Jacob, y traeré de regreso a los que quedaron, a Israel. Los reuniré como ovejas en el redil, como un rebaño en una pradera. La tierra estará llena de celebración.
Miren al Señor, todos ustedes, habitantes de la tierra que son humildes y siguen sus mandamientos. Procuren hacer lo recto, y traten de vivir con humildad. Quizás serán protegidos en el día de la ira del Señor.