Los líderes de Zoán son estúpidos. Los sabios consejeros del faraón dan consejos que no tienen sentido. ¿Cómo pueden decir al Faraón: “Yo mismo soy un hombre sabio, descendiente de antiguos reyes”?
Destruiré la confianza de los egipcios. Haré que sus planes se confundan. Preguntarán a sus ídolos y a los espíritus de los muertos qué hacer a través de médiums y espiritistas.
Así que una vez más sorprenderé a este pueblo con un milagro tras otro. La sabiduría de los sabios morirá, y la perspicacia de los perspicaces desaparecerá”.