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Referencias Cruzadas
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2 Timoteo 4:2

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Que prediques la palabra de Dios, sea conveniente o no, y dile a las personas lo que están haciendo mal; dales consejo y ánimo. Y enséñales esto con mucha paciencia.

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36 Referencias Cruzadas  

He anunciado las buenas nuevas a toda la congregación. Como sabes, Señor, no me quedo quieto.

“Ve de inmediato a la gran ciudad de Nínive, y anúnciales el mensaje que te doy”.

Cuán bueno es para los que no se ofenden por mi causa”.

Cuando los ancianos llegaron donde estaba Jesús, le suplicaron de corazón, diciendo: “Por favor, ven y haz lo que él te pide. Él merece tu ayuda,

“Deja que los muertos entierren a sus propios muertos”, le respondió Jesús. “Tú ve y proclama el reino de Dios”.

Al llegar a Salamis, proclamaron la palabra de Dios en las sinagogas judías. Y Juan estaba con ellos como asistente.

El sábado salimos por las puertas de la ciudad hacia las orillas del río, donde pensábamos que la gente iría a orar. Entonces nos sentamos y hablamos con las mujeres que se habían reunido allí.

Pablo estaba predicando el primer día de la semana y estábamos reunidos para partir el pan. Él estaba planeando partir en la mañana, y siguió predicando hasta la media noche.

Al llegar a Roma, a Pablo se le permitió permanecer bajo arresto domiciliario con un soldado que lo custodiaba.

¿Cómo podrán ir a hablarles si no se les envía? Tal como dice la Escritura: “Bienvenidos son los que traen la buena noticia!”

Permanezcan alegres en la esperanza que tienen, soporten las pruebas que se presenten, y no dejen de orar.

Aquellos que reciben enseñanza de la Palabra deben tratar bien a sus maestros, compartiendo con ellos todas las cosas buenas.

Sirvo a la iglesia siguiendo la dirección que Dios me ha dado respecto a ustedes, para presentarles completamente la palabra de Dios.

Oren también por nosotros para que Dios abra una puerta de oportunidad para predicar el mensaje, para hablar sobre el misterio revelado de Cristo, que es la razón por la que me encuentro prisionero aquí.

Ustedes fueron imitadores de nosotros y de Dios cuando recibieron el mensaje, pues a pesar de sus problemas experimentaron el gozo que viene del Espíritu Santo.

Los exhortamos, hermanos y hermanas, a que adviertan a los que son perezosos, animen a los que están ansiosos, ayuden a los débiles, y sean pacientes con todos.

Hasta que yo vaya, asegúrate de leer las Escrituras a la iglesia, y de animarlos con tu predicación y tu enseñanza.

Censura frente a todos los demás a los que pecan, como una advertencia para los otros también.

Así que si te despojas de lo malo, serás una vasija especial, que es santa y única, útil para el Señor, lista para hacer lo bueno.

mansos para corregir a los que se oponen. Porque puede ser que a esos Dios les ayude a arrepentirse y entender la verdad.

Pero tú conoces mi enseñanza y mi conducta, así como mi objetivo en la vida. Conoces mi fe en Dios y mi amor. Sabes lo que he tenido que soportar,

¡Esto es muy cierto! Por ello, repréndelos con severidad para que puedan llegar a tener una fe sana en Dios,

Tales cosas debes enseñar. Pues tienes autoridad para animar y corregir en cuanto sea necesario. No permitas que nadie te menosprecie.

Quiero animarlos, hermanos y hermanas, a que pongan cuidado a lo que les he dicho en esta pequeña carta.

“Yo corrijo y disciplino a los que amo. Así que sé sincero y arrepiéntete.




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